jueves, 24 de noviembre de 2011

Gracias, Don Ford

Estábamos tan ilusionados con la posibilidad de la instalación de la Ford en Córdoba, que he encontrado varios artículos con este tema. Su definitiva marcha a Valencia produjo tal decepción que al final solo quedó la pataleta o la ironía como este caso. Que dada la fecha, tampoco sentó nada bien.

SIN PERDER EL COMPÁS
GRACIAS, DON FORD


HEMOS todos de dar gracias, sinceras, al señor Ford por el hecho singular, y delicado . de que no haya querido hacer de nuestra hermosa, limpia y bella ciudad un foco de suciedad y conflictos como algunos desalmados solicitaban.
La pureza de nuestro aire ha estado amenazarla con la instalación de un complejo industrial de más de diez mil millones de inversión. Dura herida para nuestro incomparable suelo tal cicatriz industrial. Los peroles domingueros están salvados.
Por otra parte, los 8.000 puestos de trabajo, tal como está lo laboral en el mundo, hubiera supuesto una cadena de conflictos que hubieran roto el encanto milenario de la ciudad de los califas.
¿Y el humo? ¡Ahí es nada de la que nos hemos librado!
Quizá haya mentes obtusas que piensen que hubiera sido mejor resolver con creces el problema del paro o de nuestra industrialización con tal complejo industrial, con las creces de su magnitud. Esas mentes no dejan de ser decadentes y enfermizas. No captan las sutilezas de la sensibilidad del espíritu.
Por eso, sería muy de desear que se organizara una campaña de compasión con la pobre Valencia, que verá sobre su piel los peligros sociales y contaminantes que tal instalación arrastra.
Los desdichados no han sabido cortar a tiempo, y sus dirigentes se han empeñado en lograr los frutos apetecidos del desarrollo.
Por otra parte, tal instalación supone la llegada de las industrias auxiliares del automóvil, con lo cual hubiera producido una congestión industrial y paisajística nada beneficiosa. El medio ambiente debe ser defendido a toda costa.
Y  puestos a solicitar, propongo que deberíamos enviar al señor Ford un bote con aire cordobés sin contaminar, una bolsita de terreno que no hollará con su industria y un bote más con aliento de obrero parado que no redimirá de su situación. Para que aprenda, que con dólares no puede eliminar todo lo bello de las tierras del sur.
El ofrecimiento de dichos símbolos podía realizarse en un acto al aire libre, cuyos pormenores deberían ser estudiados con cuidado y esmero.
Pero, por encima de todas estas sugerencias, debemos alegrarnos y sentir todos los benéficos influjos en nuestra ambiental mañana
ELADIO OSUNA

Publicado en la edición cordobesa de El Correo de Andalucía el 28 de abril de 1973
Foto: Planta Ford en Almufases (tomada de Internet)