jueves, 17 de febrero de 2011

Ginés Liébana

Ahora que es noticia por su distinción por la Junta de Andalucia, recupero otra visión que los pintores de éxito, verdaderos protagonistas de la transición, tenían de la ciudad.

Córdoba no es Suecia ni Dinamarca
¿A qué viene esta arquitectura?
Entre el surrealismo y la huida la realidad

La Galería Studio 52 ha abierto su temporada de primavera con Ginés Liébana, quien vuelve a Córdoba de nuevo quizás en busca de sus propias raíces, quizás en pos de recargar energía en esta ciudad donde se hizo y donde está anclado aún en el surrealismo más onírico o más estético que practica.

—Sí, creo que ha habido cierto progreso en mi obra desde la última vez que vine a exponer, en lo referente a la técnica y hay también algo de mezclar en el mismo cuadro los colores muy fríos con los calientes.

—¿Temática?
—Siempre la misma: una busca, una evasión, una especie de cosa que se está moviendo y mucha influencia, más que de Andalucía de Córdoba, concretamente dentro de esa línea mía hermética. Yo procuro eludir ese hermetismo y alejarlo todo un poco y sigo una línea como si fuera un poema sin preocuparme mucho de la grandiosidad.

—Dices Córdoba ¿qué te interesa a tí de Córdoba?
—Pues un hálito que no se define físicamente. Un halo que no es un rincón concreto o algo así, sino algo que trasciende de la ciudad, que lo tengo por haberlo oído o haberlo vivido.

—¿Sería indiscreto preguntar por qué te fuiste de Córdoba?
—Hay que salir de todas las ciudades no para triunfar, sino para volver después de viajar, de evolucionar. Yo me fui para eso en el cuarenta y dos o por ahí y lo sentí mucho, después me alegré porque es la única forma de que después la ciudad tenga interés para ti.

FANTASÍA Y REALIDAD

—¿Podríamos hablar de ese mundo interior, de esas inquietudes de Gines Liébana y que afloran «herméticamente» en sus cuadros?
—Eso es ya más complicado porque yo no me podría definir, la pintura tienen que verla los demás y además interpretarla a su manera.

—¿Tiene que ver la política con tu pintura?
—Directamente no, bien es muy difícil contestarte. Yo creo que la política es una cosa y la pintura está más allá todavía, el arte es más sublime que la política. Me preocupa más que lo fantástico se haga realidad que lo concreto de la política.

—¿Huyes de algo?
—Sí, sí, es una huida y eso se ve enseguida, una huida de la realidad que es muy pesada, es por belleza porque cuando más ideal es una cosa es más bella también.

—¿Sólo hay estética en tu pintura?
—No, hay algo más, hay sentimiento, hay mucho humor, casi siempre se habla de algo poético, invisible que se hace realidad.

CÓRDOBA NO ES SUECIA

—¿Cómo se ve Córdoba en la distancia?
—Córdoba es una maravilla, lo que pasa es que la están destruyendo, es una pena y ahí sí que me metería yo fuertemente en política.

—¿Crees que todavía es salvable?
—Pues yo no sé qué decirte, quizás sí, pero de todas formas hay cosas que son lamentables, tristes.

—¿Cuáles han sido las mayores pérdidas?
—Pues en realidad el meter en el casco antiguo de la ciudad esos estilos modernos, esa arquitectura que le va muy bien a Suecia, a Dinamarca, pero no a Córdoba.
E. OSUNA

Publicado en la edición cordobesa de El Correo de Andalucía el  11  de abril  de 1980
Grabado: autorretreato

3 comentarios:

Paco Muñoz dijo...

Eladio

Interesante reportaje, ahora que el personaje es actualidad.

Un abrazo

PD: Esto debería ser lo importante, Felicidades por tu onomástica que creo es hoy.

Eladio Osuna dijo...

Gracias dobles. No te suponia tan versado en el santoral porquer mira que mi santo es difícil.
Un abrazo

Paco Muñoz dijo...

Si lo soy, a mi eso no me preocupa pero lo que pasa es que quitándole el concepto religioso, digo por qué no puede tener cada uno su día especial cuando hay días para todo.

La realidad es que tengo un taco de almanaque y veo todos los días los santos que tiene el día. Y digo yo que, si en lugar de santos que hay muchos, pusieran el nombre de los ladrones, estafadores y asesinos, tendrían que tener los almanaques diez millones de hojas.

Un abrazo.